Con resignación, miro al Sr. Eyo quien se encuentra con carita de pena… bebiendo un vaso de leche caliente, en el bar de la cervezas…
Â
HECHOS: Crónica del Sr. Eyo.: Y en el valle aún resuena.
Â
El Sr. Eyo se me acerca.. y como quien cuenta un secreto a media
Cierto dÃa, fuimos a echar unos pegues a St. Feliuet de Savassona: Como que hacia un calor tremendo, el magnesio se apuraba a borbotones y las yemas de los dedos ya pedÃan a gritos un pequeño y merecido descanso, optamos por dejar cintas y cuerda pasadas en la vÃa, y acercarnos a tomar una cer
Levantarse por la mañana en un pequeño y enlatado refu de 4 x 4m, tiene sus inconvenientes y sus ventajas...
Sin ir mas lejos.. en este último refu, antes de subir al Pico del Aliga desde Canfranc, nos vimos obligados a compartir roces, (y nariz con nariz) durmiendo con una cordada de inglese
Yo me llamo (Mi Nombre)
Sin duda alguna, de poder escoger, yo me hubiese llamado distinto. En verdad, yo, ya antes de nacer, me quejaba... Pero como sea que cuando mis padres se pusieron de acuerdo en llamarme asÃ.. ese dÃa yo estaba afónico y seguramente tenia poca voz… pues no me hicieron
Al entrar en la habitación de las literas del Refugio de Margalef, observo como nuestro amigo Sr. Eyo ha acabado definitivamente dormido…
El Sr. Eyo está de espaldas: Durmiendo profundamente con la cara escondida en un cojÃn que agarra…
Por un moento pienso en como lo vi llegar: Can
Debo reconocer que Ramón tiene razón: Nuestro amigo Sr. Eyo, es tal cual un viejo reloj de pared: Por mucho que le des cuerda, nunca sabrás si se adelanta o se atrasa… y lo único que constataras es que nunca esta en su tiempo….
En fin, cuando de muy jóvenes, o sea: Cuando el Sr.
Bajando des del Serrat dels Monjos, (a paso de bajada) la brillante y reluciente "Frog" del Sr. Eyo tintineaba colgando felizmente en su arnes junto al viejo "ocho" de toda la vida!
Tras advertir al Sr. Eyo de que si no lo separaba del ocho, esta se le iba a rallar… me hizo la pregunta.
Yo n
Los escaladores que curran sabemos que una buena manera de unir a los currantes de nuestra empresa, (y que te perdonen ese dÃa de sustitución que aun les debes) es llevarlos a una buena aventura común de escalada.
Los que conocemos Montserrat sabemos que si te llevas a alguien a trepar, a qui