A freír espárragos!
Llevaba ya más de quince intentos o pegues y estaba claro que no lograría ni por asomo superar el paso clave o “crux” de esa vía.
HECHOS: Crónica del Sr. Eyo.: Efímero.
Era un día frio del mes de Enero.
Había resultado difícil calentar y al final lo había logrado. Pero para cuando ya mis dedos notaban ese calor optimo para poder escalar con efectividad, la yema de mi dedo corazón se advertía ya abierta y, la de mi dedo indicie, ya no servía siquiera ni para señalar… (bueno si, señalar si… señalar puntitos rojos de sangre en la pared) pero nada más.
Resignado opté per plegar.
Fue el Sr. Eyo, quien advirtió mi dolor de orgullo. Y fue el Sr. Eyo quien ocurrente y buen Chaman se acercó con un pote de espárragos.
Él sabe, por “maestría”, que en este mundo, solo existe una cosa capaz de llenar más el ego de un escalador orgulloso por el hecho de tener la capacidad de escalar una vía delante de muchos que no pudieron escalarla: El poder Abrir finalmente un frasco de espárragos que todos intentaron abrir...
Y es que cuando un frasco de deliciosos espárragos ha recorrido ya las manos de todos los presentes y llega tu turno, y eres tu quien desafiadamente lo tomas en tus manos, y con un simple movimiento “poop” logras lo que ninguno pudo… Eso si recompensa.
En fin… Seguramente algún acérrimo enemigo dirá: "Ya estaba aflojado" eso no tiene mérito…
Pero yo no dudo de la importancia de mi triunfo.
Por ello, me senté… y me puse a comer mi trofeo de espárragos… mientras los otros escalaban.
A cada delicioso bocado de esparrago… ¡mi orgullo iba sosegándose!
A freír espárragos la vía, a freír espárragos el éxito “escalatorio”… .!A mi, dadme frascos de espárragos que eso si es realmente valioso y recompensa!.
¿O acaso alguien conoce en este mundo algo más trascendental?