Thursday 10 de March de 2011, 17:01:16

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Vieja Chiruca!

Hace un rato, acompañando al Sr. Eyo a pasear a su perro por Savassona, vi a unos jovencitos escaladores bloqueros, sentados a pie de roca, con los pies de gato en la mano…

Y eso me motiva... lo confieso. Yo fui bloquero cuando tenia 13, 14 años, pero, por aquel tiempo, ni yo lo sabía.

La verdad es que no recuerdo muy bien como empecé. Creo que fue a raíz de un amigo de mi tía, la que vivía en Savassona, quien tenía unas botas de montaña marca Chiruca y ahí andaba el tío, tratando de brincar de piedra en piedra de esa zona para impresionarla.

Precisamente esos días yo vivía con ella, y me dio curiosidad eso de brincar, sé las pedí prestadas a su amigo y me las calcé.

Resultó que yo tenía más talento natural que él así que me las vendió (por el módico precio de desaparecer entre las rocas y callar cuando por ahí paseábamos los tres). Así pues, fiel a mi contrato, con esas Chirucas yo “desaparecía” jugando al escondite horitas y horitas por entre los bloques de Savassona cuyas formas en esos momentos se me antojaban curiosísimas.

Desafortunadamente, muy pronto “mis” chircucas desgastadas daban harta pena. Y más aun porque en apenas cuatro días ya no podía aguantarme en adherencia en ninguna de esas medio placas de roca dónde unos pocos días antes sí había podido. No diré ya lo de intentar cantear con ellas en las rocas más altas. Por ello, calladamente me resigné mucho tiempo limitándome a saborear primeros pasos de líneas sin culminar nunca ninguna roca por su cara alta y vertical.

En una casual reunión del Centre Excursionista de Vic, recuerdo con emoción el día que un chaval que venía de un viaje de Francia (mi futuro amigo Sr. Eyo) trajo “un pie de gato” (sí, he dicho bien: Uno solo pie de gato), el izquierdo; y con unos ojos brillantes nos contaba que con eso se escalaba de maravilla. Al parecer lo había encontrado tirado en una “cuneta de un tal rio Verdon” ¡!A saber donde caía eso!! Juaaa.

Ese pie de gato era de segunda mano, evidente. Y con corte y agujero, claro está. Pero eso no importaba, “eso” había que probarlo. Así pues, ese mismo día, cuatro jóvenes bobos pero ilusionados, programamos una extraña salida a Savassona. Y con ese único pié de gato, junto con una chiruca puesta en el otro, lográbamos curiosamente nuestros primeros bloques bajos por su cara vertical.

Al poco tiempo, otro encuentro casual con un curioso escalador en Savassona (dónde ya en esa época, empezaban a juntarse asiduamente los primeros freekis trepadores del pueblo vecino) nos llevó a poder comprobar que para poder subir objetivamente a todas esas otras piedras que nos acosaban, era necesario disponer mucho mejor de dos pies de gato. Por ello acabamos comprando a ese mismo freeky lo que serían realmente nuestros primeros pies de gato. Unos Boreal Capitan. Eran recauchutados. Desgastados. Sin cordones, marca y tejidos borrados y viejos. Pero eso no importaba. ESO ERA PODER!

Desgraciadamente, con el tiempo perdimos la inocencia y advertimos que aquellos no daban el callo: Eran aparentemente un buen material pero lo que nos había vendido estaba tan mal recauchutado y tratado que no aguantaban ni por asomo lo mínimo exigido.

Se los re-vendimos a un porreta de la zona que los usó hasta que un día se descalabró cayendo desde la cima del bloque El Dau! (El tio, por aquel entonces subía con el estilo mas raro que nunca habíamos visto, pero aquello nos gustó). Con él descubrimos “la escalada en dinámico” y que para escalar, a veces también podría ser fructífero usar una cuerda.  

Hasta que llego el día en que me realicé... Llegaron a una tienda de deportes de aquí dos modelos de una marca de pies de gato. Los boreal Fire y los Boreal AS. ...ahhhh... ocho días seguidos entramos a esa tienda para mirar… (siempre pedíamos adhesivos, pero nunca había, ugh!) mirááááábamos…. Goma nueva cocida… Goma nueva cocida! Goma nueva cocida!!! Las primeros gatos con goma nueva que veíamos… y ojo!! La Marca y esos típicos símbolos o dibujitos, unos verde fosforo chillón que los caracterizaban, se podían leer!!

Esas joyas se arrapaban a cualquier sitio como si desprendieran cola. Yo me quede con unos y el Sr. Eyo con los otros… ahhhhh… Que felicidad daba pegarse al suelo.

Y por fin… Toda Savassona se abría ante nuestros pies.

 
Tengo que explicar que en Savassona había una organización jerárquica, cuando tu empezabas, no valías nada, eras nada-más que un estorbo mindundi en la zona. Y sí, tengo que reconocer que los asiduos freekes eran bastante Kapolls. Ellos llevaban cuerda y ocho! Tu no. Te apartaban, se te cruzaban o sencillamente se reían de tus primeros pinillos… pero eso solo era al comienzo, era una especie de criba; Los que aguantaban eso, era porque en verdad querían aprender. Uno iba subiendo de "categoría" por puros logros personales: Los trucos que uno iba sacando.

Es aquí en donde la cosa se ponía curiosa. Aquel que no pasaba de trepar uno o dos bloques determinados, no existía. Ya escalando alguno más, se te ponía atención. De ahí en más. Solo cuestión tuya.

Pero todo eso a nosotros ya nos daba igual! Nosotros no teníamos cuerda ni ocho, pero teníamos pies de gato! Eramos Autónomos! Teníamos poder

Lo más que llegue a subir, fueron esos dos bloques típicos del Dau y dos líneas del Sacrifici: ahora conocidos como Esclecha negra y Boys don’t Cracks (empezando esta última desde subidos a unas piedras) así como otros problemas facilotes en la ahora degradada Pedra del Foc. El día anhelado llego cuando el “Lolo” (le llamaban así porque era un verdadero lolo aunque ahora a esos lolos los llaman Bows, juaa…) lider indiscutible de Savassona pues subía como si nada, a más de nueve piedras,  nos dijo "venid, vamos a escalar una vía a l’aresta de Sant Feliuet" y ya eso fue todo, ya éramos uno de ellos, y así felizmente descubrí otro mundo en la escalada. El mundo de la cuerda.

En cuanto uno lograba entrar en el grupo de la cuerda, todo cambiaba. Nunca mas una burla, nunca mas un "no seas senderista". Aparecía esa camaradería y apoyo entre tanto grupo de jóvenes cabrones y, si te caías tratando de sacar algo, toda la banda solo decia "yeah lolo" como reconocimiento al intento, Si llegabas a la cima “yhea lolo” como felicitación del Top. Y ojo… Hasta el tio más “puas” se detenía a explicarte en que la estabas cagando o como poner el pie para mejorar un paso. Era raro, pero allí desaparecía cualquier envidia. “yeah lolo”

Algo que era curioso en mi, y que fue motivo de extrañeza general todo ese tiempo, (y mi trauma) es que nunca, NUNCA, nunca pude subirle a la via Boys don’t Crack sin poner piedras abajo, Pero ahí viene algo curioso, la línea Aresta del llangardaix . (que es dos veces más difícil) me salía hasta con los ojos cerrados, ¿por que? misterio. Eso aún sigue así!

 Mi ultimo logro allí como pardillo-bloquero, fue sacarme el morro del Dau hasta la cima (Ya se imaginaran que ahora tan difícil no es, pero antes si lo era; con un solo pie de gato, tenía valor) un mes de verano entero estuve duro y duro, todo el santo día, hasta que en una de esas, clac, le lancé bien a la regleta, el fortisimo "yeahhh!" a coro de mis compañeros… Fue uno de los momentos cumbres de mi vida adolecente (Yheaa, juaaar!) poco después, nos metimos a escalar en cuerda definitivamente.

¿Por que uno dejó de darle al bloque? Hay varias razones, pero la mía principalmente, fue que ya estaba hasta la coronilla de los cortes y puntos. Cuando uno empieza a motivarse por los “yeah” se crecía y apuraba, Al principio los golpes son simples e inevitables, pero cuanto mas va sabiendo uno, cambian esos moratones cortes simples por unos mas complejos; no era lo mismo irse con el hocico trabado por una piedra de un metro, que atorado por una caída de dos metros y medio, un tobillo no se tuerce igual… (No claro, no conocíamos crashpads… si es que existían..) y yo era malo en caer… y cuando uno caía de espaldas… dolía tanto como uno puede imaginar que podía doler!

El ultimo día que le di, me puse tal emoción para oír un “yeah” que hasta las lagrimas se me salieron, salte 3 metros y me quede sentado, con un tobillo como de elefante…

Dieciocho días después, cuando me recuperé… ya tenía una cuerda en mi casa

HECHOS: Vieja chiruca

Como decia, ayer paseaba por Savassona con el sr. Eyo, cuando vi a unos jovencísimos niños bloqueros sentados, asi que golpeé a uno y le quite sus gatos (en realidad se los pedí, pero tengo una reputación que cuidar) y me sentí como cuando mis catorce otra vez, hacia muchos años que no me metía en una línea o problema de bloque. Esperaba tener menos traza, pero parece ser cierto que cuando algo se aprende bien, ya nunca se olvida. A los diez minutos ya podía sacar  la Aresta llangardaix otra vez y una nueva línea de al lado (sit) que me enseñaron… Incluso para mi propia sorpresa, en el pegue bueno le patiné un pie… (pero aguanté la puerta) y subí hasta el Top!

Le pasé de inmediato esos pies de gato al Sr. Eyo quien veloz también se puso a probar con ellos… En quince minutos estábamos los dos fanatizados, eufóricos, pletóricos…

 
Todo era felicidad hasta que se me acerco el padre del niñito bloquero y me inquirió:

 
Oiga Señor, ¿si usted ya sabe escalar… compre material y deje trepar al niño ya, no?

No nos quedó mas que regresarle sus gatos e irnos cabizbajos a casa…. A leer un poco de reseñas… y mirar alguno de nuestros antiguos álbum… Oiux!!!

5 Comentarios

Enviado por Vlady el Friday 18 de March de 2011

“Preciosa y emotiva historia Oriol.Salu2”

Enviado por Laia el Friday 18 de March de 2011

“increible!!!! una història preciosa!!! m'has fet riure molt!! Records a l'Eyo. Per cert.... encara guardes els gats? :)”

Enviado por Pekas el Wednesday 23 de March de 2011

“Oye ... tú... !!! cuando me va a devolver los gatos qué me "pediste prestados"...???? :-)))))))

nano...ja semblem el "awuelo" Cebolleta y sus locos seguidores... ;-)))) A seguir trepant... perque trepant t'empeito..;-))) ”

Enviado por Pekas el Wednesday 23 de March de 2011

“Por cierto..mirant la data de les fotos... mentres tú escalabas... yo volvía de prestar mis servicios a la "patria"... ;-))”

Enviado por Rps el Wednesday 23 de March de 2011

“Puja L'Eyo les Pujades,
pendents no gaire escarpades, (jijiji)
a la bossa la manduca
i al peu gloriosa.... LA SEVA CHIRUCA!!!

QUOOOOO!!! Passa que realment, tU eTs GRAN!!”