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Thursday 17 de November de 2011, 10:40:28
Crónica 601 del Sr. Eyo.: Bota de Vino llena de ron.
Tipo de Entrada: RELATO | 7 Comentarios | 2334 visitas

¡Joder que frío que hace aquí!

Esta noche se me está haciendo eterna! Y eso que me habían dicho que estos días Riglos iba a ser un lugar idóneo para escalar y que daría gusto aprovechar de un resplandeciente sol. O mucho tarda el sol en salir o algo falla, porque esto está de un frío que mata y de una oscuridad que asusta.

Para ser mi primera escalada en Riglos, se suponía en plan facilón, como que no me augura excesivas buenas sensaciones, de todas formas, cuando finalice todo esto y con los primeros rayos del sol logré bajar, y rapelar de este jodido mallo, ya hablaré ya con el congénere que me aconsejó que viniese a pasar un par de días aquí.

 

HECHOS: Bota de vino llena de Ron.

Todo empezó tres días antes: A las cinco de la madrugada.

Un Sr. Eyo nervioso, con el frontal en la frente encendido y con prisas, se afanaba a colocar en el coche (tal cual estuviera jugando con el juego Tetris) los muchos petates de material, agua y comida que cargábamos.

Sea como sea, cuando a los cinco minutos de arrancar el motor el Sr. Eyo ya me advertía que paraba un momento en una gasolinera para comprar un mapamundi, ya debí haber supuesto que esta aventurilla no iba a ser brillante:

Así pues, los cuatro, “boli” en mano y bajo la tenue luz amarillenta de un rótulo de la gasolinera Repsol, trazábamos y descubríamos por primera vez e improvisadamente, todas las rutas posibles por las que podríamos ir para llegar hasta Riglos. En fin, por lo visto, hasta ese momento nadie había mirado el camino. En fin… Quizá íbamos mal preparados.

- Eyo, tengo hambre.

- Cállate un poco ya, Quo. Ya te he dicho hace dos horas que nada de comer hasta llegar a Riglos... 

El Sr. Eyo a veces resulta convincente... Me callé. Más, porque era consciente que la bolsa de la comida se encontraba en la mochila roja... esa que hábilmente (¡o no!), se había colocado en el fondo del portaequipajes. Sacarla hubiera sido igual de complicado que sacar una muela mediante portazos!

Así pues, hambriento, resigné a contemplar en silencio como sólo comíamos los Kilómetros de carretera…

A las 3 horas, unos atronadores ruidos intestinales quebraron el momentáneo silencio en el vehículo.  ¡Ostia! Ese no era yo!... Ese era Pep (otramente llamado “El ogro comilón”). Me volteé y lo miré a la vez que mi dentadura relucía una sonrisa de esperanza. -Quo- Me dije, -Esto parece que cambiará. Ya somos dos con hambre!-

Para mi desilusión la cosa no cambió: Pep se giró, alzó su brazo y escudriñando una de las primeras mochilas accesibles desde el habitáculo, metió largamente el brazo y logró sacar una botella! “Ploop”.

Sí, he dicho Ploop! Lo sé, no soy muy bueno haciendo onomatopeyas!

¡El ogro comilón sacó una botella de Ron!

!Eso no era para comer!

Así pues.. Tal como el viaje hasta ese punto se había hecho sin comer y sin morder bocado… El resto del viaje hasta Riglos... TAMBIÉN!  Hay que joderse!

Pasaron horas, y cuando el crepúsculo se despedía con un último saludo y mi estomago hambriento también ya se despedía de mi vida, con un yo me largo de ti por malos tratos… Llegamos por fin frente al refugio.

El ambiente era afamado pero jubiloso. Cualquier otro escalador previsor, hubiese aprovechado el momento del bar para preguntar las reseñas a demás escaladores. Nosotros no. Nosotros comíamos.

El Sr. Eyo, quizá más listo quizá más misceláneo… entre bocado y bocado, se limitaba a confabular ilusiones con las chiquillas camareras y, por lo que sea, a modo de apaño, se las componía para fotografiar con su móvil un triste croquis de vía de escalada mal dibujado en una arrugada pagina del libro de piadas del bar. Esa era la vía que al día siguiente pretendíamos realizar. En fin… lo dicho: Quizá íbamos mal preparados…

Por la madrugada, el día levantó precioso vestido de otoño con arboles pintados de amarillo cobre y sin llover. Perfecto!

Tres fuimos a llenar las cantimploras mientras Eneko llenaba una vieja bota de vino de cuero, con suculento Ron. La premisa estaba clara: Caso de hacer cima, nadie ni nada iba a impedir que celebráramos el éxito con un delicioso brindis de Ron. Tres cogíamos el material mientras Pep repasaba y acopiaba las cuerdas.

Fue a mitad de pared, escalando ya el quinto largo, cuando alguien advirtió que agua si llevábamos. Ron por supuesto también… Material y abrigo lo justo, pero.. - ¿Sr. EYO!! ¿Y la comida?-

!AAaahhh! Fue también en ese momento cuando advertí a un desnutrido y esmirriado Ramón señalando con su dedo índice el fondo del valle… Como yo no soy tonto, no miré el dedo sino que miré dónde señalaba el dedo… Y ví, allí, a lo lejos, que se distinguía el refugio. Y allí, al ladito del refugio se distinguía el coche… y allí, dentro del coche en el portaequipajes, a lo lejos estaba nuestra comida! En fin… Quizá íbamos mal preparados.

Llegar por fin a la cima fue encantador! Riglos tiene eso: Sus mallos son espectaculares, sus vías te demandan “pila” y cuanto más subes, más felicidad. Una vez reunidos los cuatro en la cima, llegó el momento del atardecer,

- Eyo, tengo hambre.

- Cállate un poco ya, Quo. Ya sabes dónde está la comida!

El Sr. Eyo a veces resulta convincente... Me callé. Más, cuando eres consciente que la bolsa de la comida se encontraba en la mochila roja... “esa mochila” la del fondo del portaequipajes la cuala para sacar, es como sacar una segunda muela y tal y tal y tal.

... En fin.. lo dicho: ¡Imposible comer! Así pues, hambriento, resigné a contemplar en silencio el atardecer …

A la media horita, unos atronadores ruidos intestinales quebraron el momentáneo silencio en esa cima.  Ese no era yo.. Ese era Pep otramente llamado “El ogro comilón”. Me volteé y lo miré, me miró, y mi dentadura relució una sonrisa de esperanza. ... - Quo– pensé  -Esto parece que cambiará, ya somos dos con hambre y decidirá por fin de bajar!-

Acto seguido Pep se volteó, alzo su brazo y escudriñando su mochila, metió largamente el brazo y logró sacar “ploop” La bota de Ron! hecho un generoso trago e invitó, puños en alto a beber y celebrar.

Mmmmmm….. estaba riquissimo!! Y bebí y bebí. Y él bebió y bebió… Y el otro bebió y bebió…

Y la alegría, en ayunas, …apareció!

Entre risa y risa, el Sr. Eyo miraba el móvil. Entre risa y risa se acercaba a un extremo del avantilado del mallo-aguja escalado. Entre risa y risa regresaba y volvía. Entre risa y risa por fin nos dijo: ¡Joder tios!… Por donde carajos se supone que está el camino de descenso y bajada? ¡Aquí no hay camino!

Entre risa y risa, y ya borracho, Pep acercó su ojo derecho a la pantalla LCD del móvil... Acercó el zoom y sentenció: ¡Dios mío! ¡No hay camino! Aquí dice que se solo se baja… ! Solo se baja…. EN RAPEL!

Del susto intente levantar! Ups! No podía! Como iba levantarme si me veía 4 patas!!! Y os juro que yo tengo 2! (Sí, bueno, 3 patas dirían quizá los bromistas facilones de matiz sexual) En todo caso, seguro que no tengo más de tres… !!) Y si como digo yo veía 4 patas… es que la cosa estaba muuu mal! Estaba  claro que bajar en rapel por todos los largos por la pared, con esa percepción, esas condiciones y ya casi de noche.. se antojaba imposible!!!

!AAaahhh! Fue también en ese momento cuando advertí a un desnutrido, borrachin y esmirriado Ramón señalando con su dedo al cielo… Como un verdadero tonto no miré la luna y sí miré su dedo... No me atreví a levantar la cabeza… Aunque me consta que allí, a lo lejos, empezaba a distinguirse una luna…

Y así pues aquí estamos…. Deseando que aparezca el sol! Pero… Joder que frío que hace aquí! .. Esta noche se me está haciendo eterna Y que largo se me está haciendo este puente Dios!!

- Eyo, tengo hambre.

- Cállate un poco ya Quo. Ya sabes dónde está la comida! Mañana cuando ya no estemos borrachos… Nos bajamos!- Me callé.

... En fin.. lo dicho: ¡Imposible bajar! ... Así pues, hambriento, resigné a contemplar en silencio el anochecer …  porqué todo hay que decirlo: Atravesando los limites de lo común... Hay que reconocer que a veces, el Sr. Eyo… hasta es convincente!

 

    

 

 

 


7 Comentarios
Enviado por Esteve el Thursday 17 de November de 2011

“Ha ha ha. Yo quiero perderme un día contigo Quo. Una crónica esplendida. Felicidades por todo.”
Enviado por Chabi el Thursday 17 de November de 2011

“jajajajaja!!!! Yo es que cada vez que te leo me parto. Saludos Bow.”
Enviado por Karles el Thursday 17 de November de 2011

“quo, jo et feia un escalador equilibrat i meticulos, pero veig que les males companyies et desvien del recte cami: "sibebes, noscales"”
Enviado por Nenivan el Friday 18 de November de 2011

“MOlt bo nanu, com sempre. Anecdotes que hem pogut tenir tots pero que explicades per tu tenen un encant especial.

Fins aviat”
Enviado por Rmn el Friday 18 de November de 2011

“eeeeeeee Macarena Eaap! Quooooo Quooooo Hahaha, Lo que pasa es que tu bebes un chupito y ya nos cantas la macarena !Que ya te conocemos zumbao jajaja! Un abrazo a todos dsde Despi. Salut ”
Enviado por Vlady el Friday 2 de December de 2011

“Genial! Como siempre ;)Salu2”
Enviado por Pekas el Tuesday 10 de April de 2012

“Lo dicho.. como una chota.. ;-)))) jajajaja.. menos mal que en esa época todavía no conociáis los placeres del licor café.. que si no.. ;-))) jajajajaja”


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