En estas fechas, en la casa del Sr. Eyo han entrado dos tipos de 鈥淧enellets鈥: Unos de una caja de hipermercado.. (regalo de un cliente suyo no contento鈥) Y los de toda la vida, los de la abuela.
Los de la caja del hiper 鈥 desgraciadamente ya todos sabemos lo que son, sin embargo, los penellets de toda la vida, son los penellets de la abuela鈥 Su receta es sencilla鈥
Aunque da mucho trabajo鈥.
Pero el resultado es alucinante鈥
HECHOS: Cr贸nica del Sr. Eyo y los penellets de toda la vida.
En medio de un conversado caf茅 con aroma a aventurillas pasadas y a recuerdo de grandes juegos y batallas libradas con consolas de anta帽o (al estilo Commodore y Atari), surgi贸 la idea de aprovechar la festividad de Todos los Santos para visitar la no menos at谩vica zona de escalada llamada El Sot del Bac y terminar degustando unos penellets de la abuela del Sr. Eyo. 隆Penellets como los penellets de toda la vida! al anochecer.
La zona de El Sot del Bac, es una de esas curiosas y nost谩lgicas escuelas que todav铆a hoy a煤na encrucijadamente en sus piedras, itinerarios escalados por nuestros padres/abuelos en precario artifo combin谩ndose con tramos de puro deportivo actual y conmovedor鈥 y, sin duda alguna, es precisamente por ello que deviene como una pac铆fica y espl茅ndida escuela de la retro-escalada: Mil hierros oxidados, visi贸n de mil anclajes distintos y v铆as de verdadero sudar o de como apostilla el Sr. Eyo de vez en cuando 隆v铆as como las v铆as de antes!
As铆 pues, a primera hora de la ma帽ana del d铆a de Todos los Santos, la pe帽a fue reuni茅ndose en ese Bar cerca de la estaci贸n de tren del pueblo, y tras atiborrarnos con un buen desayuno, desayuno como los desayunos de antes, empezamos a andar la aproximaci贸n.
El Sr. Eyo, 鈥渞etro鈥 茅l en esa zona, queriendo hacer uso de su usualmente inusada memoria, nos indicaba el camino.
Mientras and谩bamos, and谩bamos y and谩bamos.. el camino pareci贸 que se hac铆a cada vez m谩s largo鈥 Suerte que la gente contaba aventurillas, chistes, cuentos, y eso鈥 y todo se hizo m谩s distraidamente ameno.
Hasta incluso el Sr. Eyo, (no s茅 yo s铆 para despistar que tambi茅n a 茅l, la distancia recorrida ya le empezaba a recordar demasiado ese camino largo que aparece en el cuento ese famoso de la Caperucita Roja y el lobo鈥) aprovechaba algunas peque帽as pasusas para narrarnos y transportarnos a tiernas etapas de sus juventud cont谩ndonos cuando y como, hace ya muchos a帽os, 茅l se corr铆a veloces carreras descendiendo por esos senderos para evitar que la noche oscura le envolviera durante el camino de vuelta鈥 y poder pillar as铆 tambi茅n, in extr茅mis, esos 煤ltimos trenes que pasaban de vuelta al pueblo. 隆trenes como los trenes de antes!鈥 De esos que aun s铆 paraban en esa estaci贸n!
Sin animo de ofender, y mucho menos de cortar su retro-rollo鈥 alguien del grupo, quiz谩 con ese mismo esp铆ritu retro鈥 (pero seguramente tambi茅n quiz谩 con algo m谩s memoria), le coment贸 al Sr. Eyo.. que quiz谩 hab铆a otro camino f谩cil鈥 y que ese otro camino鈥 quiz谩 era mucho m谩s鈥 corto.
-Bahhh!!- Respondi贸 el Sr. Eyo鈥 -No me seas caperucita鈥. Esos caminos nuevos no molan!! Los caminos buenos, los genuinos, los de verdadero aroma a romero鈥 son los senderos de toda la vida.. 隆caminos como los caminos de antes!!-
As铆 pues鈥 Por fin llegamos andando y andando鈥 y andando 鈥減or el camino de toda la vida鈥 hasta el Sot del Bac鈥. Y all谩, si acaso, qued贸 en la mente de cada uno de los presentes un extra帽o silencio meditando si el otro camino.. el camino m谩s f谩cil y corto鈥 tambi茅n oler铆a a romero鈥 隆a saber!
鈥
Ya puestos en la escalada, y como que era el d铆a llamado de Todos los Santos o de los muertos, 鈥l Sr. Eyo se lanz贸 a muerte para liberar una v铆a cotada hace a帽os en alguna risue帽a rese帽a como un supuesto A1鈥
Y es que a los ojos del Sr. Eyo, aquello no dejaba de ser un supuesto VIIa, o m谩s, pidiendo ser liberado en libre al estilo tambi茅n libremente genuino鈥 o sea: para ser ascendido asegur谩ndose solo con fisureros, como los microfisureros de antes鈥 colocados c贸mo y d贸nde 鈥渟utilmente鈥 cab铆an鈥 o sea: colocados uno cada no-se-cuando鈥 en no-se-donde鈥 y escalado en libre.
Y es que quiz谩鈥 seguramente haya un camino m谩s seguro鈥 y m谩s r谩pido鈥 y decididamente con m谩s expansi贸n鈥 pero esa forma, ese camino... esa forma de asegurarse, era verdadero olor de oto帽o, verdadero olor a casta帽as.. 隆casta帽as como las casta帽as de antes!, las de Viladrau! 鈥 de esas que solo sabes lo que verdaderamente son.. solo cuando ya lo tienes en la barriga o cuando tost谩ndolas鈥 te petan fuertemente de sorpresa en la nariz! PAMM!
Y as铆 pues, muy sobrepasado el ultimo micro-fisurero, traccionando ya en el flanqueo clave de la v铆a, con un pulgar invertido, pill贸 una presa de las de antes! Una presa de las presas de toda la vida, y 鈥淧AMM鈥 esa presa se rompi贸鈥et贸!... Haci茅ndolo volar鈥 Pero mientras le daba al largo vuelo, como que hab铆a mucha comba y por ello ten铆a suficiente tiempo aun para pensar鈥 se acord贸 que si, que era tiempo de casta帽as鈥 Pero que todav铆a no hab铆a comido los penallets.. y ser谩 por ese motivo, por el ansia de comer los penellets, que justo a los dos metros del suelo se par贸... fuertemente suspendido por la cuerda y ese micro-fisurero鈥 y tras tragar aire y acompasando el ritmo del coraz贸n, decidi贸 que ya visitar铆a m谩s tarde el cementerio鈥
Y aun as铆, pa coger un poco m谩s de hambre鈥 no contento con aquello, lo repiti贸 desde Zero鈥 pero la presa ya no se rompi贸.. y llego a la cima sin casta帽a鈥 pero con verdadero hambre de penellets.
As铆 pues, estuvimos escalando todo el resto del d铆a鈥 Y cuando ya oscurec铆a鈥 y el hambre apretaba, descendimos el sendero鈥 y como que era el sendero de toda la vida鈥 andamos andamos y andamos鈥 y tambi茅n nos anocheci贸鈥 Poco despu茅s en el Bar, el Sr. Eyo sac贸 de la mochila los penellets de su abuela鈥mmm鈥 S铆, es cierto鈥 no hab铆a bocata de butifarra ni tortilla鈥 pero los penellets de la abuela鈥 son as铆, su receta es sencilla鈥
Aunque da mucho trabajo鈥
Pero el resultado es alucinante鈥