Tras dejar ya muy abajo las últimas luces del Monestir de Montserrat y andando montaña arriba, bajo una bonita sombra lunar que imprime el Gorro Frigi en el sendero, nos alcanzan dos escaladores (quienes mostrándonos la luz de su frontal por el rabillo del ojo) silenciosamente nos proponen hacer una carrera hasta pie de vía del Cavall Bernat....
¡Mierda! –pienso- Esta cordada también quiere empezar el año nuevo en la cima del Cavall Bernat subiendo por la misma vía. ¡Hay que llegar y empezar primeros!
HECHOS: Instinto competitivo.
Cordada contra cordada ellos tienen las mochilas más pequeñas, sus frontales son más potentes que los nuestros y, evidentemente, fluye mejor su andar.
Y por ello, mi mente que se sabe y conoce extremamente patosa andando de noche, se niega a competir y me auto-propone dejarlos pasar.
Pero mis pies y mi cuerpo (que no entienden de humildad) muestran y dicen lo contrario apretando progresivamente el femoral con mas fuerza y la velocidad de mi andar.
El Sr. Eyo, silencioso, me sigue a ritmo.
Durante unos minutos seguimos al lado de la otra cordada igualando su ritmo. Resoplando seguimos un poco más. Aprieto durante tres curvas y ocho cambios de rasante más. Maldito tramo de escaleras!
Y la otra cordada con su cuerpo nos dice que ya no hay compasión... En la subida, a la altura del Pla dels Ocells, ya nos muestran lejanamente el culo...
Y finalmente por fin, jadeando el Sr. Eyo se para:
- Calma Quo, calma joder… - Me dice- Que vamos ya sobradamente adelantados al tiempo previsto... Que lo que yo quiero es llegar y EMPEZAR el nuevo año en el Cavall Bernat… y no TERMINAR este año en el Cavall Bernat! ...A “shanti” por favor!
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