Unas veces los escaladores venideros eran reequipadores, y otras veces eran desequipadores.
HECHOS: Ignorados
Los viejos de la zona dicen que ya lo recuerdan de siempre así, y que sus padres tampoco habían sabido responderles. Que los criterios de re-equipamiento en esa zona siempre habían jugado en ambas direcciones según el viento, y que nosotros, los lugareños, en mitad, éramos y seríamos siempre meros espectadores ignorados por cada bando.
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Ya desde niños, cuando éramos muy niños, los veíamos ir y venir por la zona izando estandartes de razón: A épocas con taladro... a épocas con radial.
Cuentan que algunas temporadas el Sr. Eyo y alguno de sus amigos y hombres atrevidos del pueblo, se apoyaban en unos árboles con pose de chulería y orgullo allá, cerca dónde los venideros aparcaban los coches y los miraban pasar, como increpando. …Pero se les ignoraba; Algunas pocas veces sí se les respondía... desde dentro del bosque, a modo de ruido: El ruido de una radial.
Al poco tiempo, la tendencia de los venideros cambiaba de dirección, y el Sr. Eyo y los hombres los volvían a ver pasar. Pero se les ignoraba entonces también pasando y acarreando bonitos juegos de cadenas, parabolts, químicos, taladros de última generación y banderas de razón.
Aquello les minaba muy dentro, más que el propio hecho de no tener quizá el grado suficiente para poder hacer aquellas vías que se equipaban y desequipaban… por lo que significaba
Eso acababa con algo más que la paciencia, y casi siempre alguno de ellos desistía de seguir enfrentándolos con la mirada, terminando recluido en la sombra bebiendo una cerveza en el bar de las cervezas… como los más viejos.
Los viejos del pueblo no tienen ninguna esperanza de que esto acabe. Alguno entre sorbo de cerveza y cerveza en el bar de las cervezas dice que en realidad hoy día allí ni siquiera se escala… Solo se reequipa o desequipa!